Femenino y plural

Casi nadie lo recuerda ya, pero hace una década hubo un alto ejecutivo, de cuyo nombre no quiero acordarme, que puso en duda la supervivencia de los PC convencido de que nadie querría tener un armatoste así en su casa. Lo mismo viene pasando eternamente con la presencia femenina en algunos sectores, de los que el de la informática y las nuevas tecnologías son ejemplos señeros. Pero parece que el nuevo siglo se empeña en llevar las cosas al puerto de la normalidad. El año ha comenzado de la mejor forma posible en todo lo que tiene que ver con Internet y las mujeres. Quienes hemos nacido en la única región de España femenina y plural (amén de tradicionalmente matriarcal y cuna de la Reconquista) debemos llevar algún gen que nos inclina a contemplar con complacencia natural la discriminación positiva. E Internet, casualmente, lleva inscrita en su esencia ese tono neutro que la aleja de la sustantivación masculina o femenina. La lleva inscrita en su estructura, en su esencia, pero hasta ahora la abrumadora ausencia de féminas internautas no traducía esa formulación teórica en práctica diaria. No obstante, las cosas, como los tiempos, también cambian. Hasta el punto de que todos nos hemos levantado con unos datos de la consultora IDC, que ponen el mundo del revés, porque según éstos el 29,8% de los internautas del mundo proceden de países de Europa occidental frente al 29,2% que lo hacen desde EE UU. E incluso hemos sobrepasado a Japón en comercio electrónico. Quién lo iba tan siquiera a soñar hace un par de años.

Volviendo al punto de partida, el 2002 se ha desayunado con la equiparación entre sexos en lo que se refiere a navegación. En EE UU las mujeres nos superan desde hace tiempo, pero aún había un campo en el que las mujeres no se acababan de igualar a los varones: el empleo en nuevas tecnologías. Según un estudio de IDC, en 2004 habrá unas 94.000 mujeres empleadas en alguna empresa relacionada con las nuevas tecnologías en Europa y, además, España será el segundo país con más mujeres empleadas en este sector (un 9% de la población femenina) detrás de Francia, con un 12,4. Tendencias aparte, la web está más femenina que nunca. Hay megaportales con base en EE UU (www.ivillage.com y www.women.com son los más completos) o en lengua hispana (www.nosotras.com), y se multiplican los estudios acerca del género (http://www.research.umbc.edu/~korenman/wmst/links_net.html).

Los Reyes Magos no sólo han traído buenas e igualitarias noticias, también han puesto en evidencia los viejos problemas de la Red, en uno de sus puntos más flacos: la gestión de dominios. Si tecleamos www.bundesministerium.com, nos encontraremos con un web propagandístico de una de las más importantes organizaciones nazis a nivel mundial, que por el despiste y la desidia del Ministerio del Interior alemán se han hecho con el dominio que por lógica debería corresponderle, pero que no ha sabido cuidar ni mantener. Polémicas aparte, dejar en la semana de Reyes tan mal sabor no debe hacerse ni con los más malvados. Así que lo mejor será disfrutar de la proyección en código ASCII (en formato texto) de una increíble versión de la Guerra de las Galaxias, bastante alejada de lo que un día soñó Bush Padre y que quiere reeditar Bush Jr. Basta teclear telnet://towel.blinkenlights.nl y veremos el cine en un nuevo y sorpresivo formato, por cierto, poco femenino, pero bastante plural.