La vida es corta

por / sábado, 28 septiembre 2002 / Publicado en5 días

El error de la juventud consiste en creer que la inteligencia compensa la falta de experiencia, en tanto que el error de la edad madura es creer que la experiencia sustituye a la inteligencia’. Lo decía con rotundidad hace mucho tiempo Lyman Bryson, pero no parece haber calado hondo en este primer mundo occidental y globalizado que pretende abanderar con dignidad la nueva economía.

Lo reproduce con abundante fidelidad la lucha entre las nuevas huestes del código abierto, sinceras y solidarias y firmemente convencidas de las bonanzas de su posición pero faltas de la experiencia que sólo las batallas dan al guerrero, y la vieja guardia que abandera Microsoft, convencida de la inmejorable fórmula capitalista y del pago por todo (por licencia, por conexión, por actualización, por esto y por lo otro).

La inteligencia se inclina en la balanza del lado más joven e irreverente: han sido los militantes más activos del código abierto, de Linux y los programas gratuitos y libres, los que han dado el impulso necesario para evidenciar que la tecnología inalámbrica (WI-FI) puede ser el paso que faltaba para hacer que lo de Internet pase de convulsión a auténtica revolución. Pero la vieja guardia ha reaccionado con la firmeza que sólo la experiencia permite: una estación base inalámbrica con conexión a banda ancha, un adaptador USB y un adaptador para portátiles, a precios ajustados y formando kits. Todo estará este otoño a disposición del público.

Pero no sólo eso. Además, Microsoft ha pensado en las posibilidades que ofrecería un dispositivo que facilitara conexión inalámbrica a su consola de juegos Xbox, sobre todo por la cercanía del lanzamiento de Xbox Live, el proyecto para que se juegue a través de una intranet exclusiva para su consola. Probablemente yerre nuevamente en su estrategia por empeñarse en hacer una Internet dentro de Internet, por poner puertas al campo, para expresarlo con meridiana claridad. Pero dejando ese error a un lado, el resto parecen aciertos.

Que se lo pregunten si no a la ciudad de Sevilla, que asistió la semana pasada a la presentación de la estrategia de la compañía de Gates para su consola X02. En esta convención internacional, Microsoft mostró su poderío económico, con fuegos artificiales abundantes y maravillosas proyecciones sobre una pantalla de lluvia, y su poderío humano, con algunos de los mejores creativos responsables de la diversión que esos mandos negros producen en nuestras manos. Allí se evidenció que el mundo del videojuego se va a seguir consolidando, ampliando su radio de acción y seguramente sustituyendo otras opciones domésticas. De hecho esa consolidación y ese crecimiento le convertirán en centro pleno de la mayor parte de nuestra actividad internauta.

Imaginen (yo la estoy viendo) una videoconsola con un adaptador inalámbrico conectado a nuestra red doméstica, con acceso pleno a Internet desde cualquier lugar de la casa o desde el hotel en el que pasamos el fin de semana. Imaginen el correo electrónico y nuestro diario digital preferido en la pantalla panorámica de nuestro televisor. E imaginen que de 8.00 a 9.00 el crío puede matar marcianos, de 9.00 a 10.00 podemos enviar correos y de 10.00 a 12.00 ver la película que grabamos en el disco duro de la videoconsola por la tarde desde cualquier cadena televisiva. Microsoft ha acertado también al recordarnos que la vida es corta y que esa escasa duración sólo puede combatirse de una forma: jugando más.

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