Mentiras y senadores

por / sábado, 13 abril 2002 / Publicado en5 días

Probablemente muchos de los acontecimientos recientes pudieran ser explicados simplemente con las alteraciones hormonales que suelen simultanearse con la irrupción de la lluviosa estación que ya disfrutamos/padecemos. Pero quienes no sean conversos recientes y lleven un lustro en este negocio sabrán perfectamente que los patéticos acontecimientos registrados entre pasos y procesiones tienen que ver con otra cosa: el descenso vertiginoso de la escasa profesionalidad que aún quedaba en las empresas puntocom.

Una profesionalidad ahogada por los despidos de muchos capaces en beneficio de primos, sobrinos y demás familia, y que ha llevado incluso a algunos de los mejores a abandonar los proyectos en que habían puesto ilusiones, trabajo y dinero, antes que caer en la dinámica que lleva a aceptar cualquier cosa con tal de mejorar la cuenta de resultados. Sólo esta situación puede explicar lo que sucede a nuestro alrededor. A nivel local tenemos cientos de ejemplos que no vamos a glosar por no disfrutar con el mal ajeno, que es cosa inhumana y nada educada. Por eso vamos a apuntar más alto y más lejos, con la seguridad de que el mal de muchos (grandes y poderosos) probablemente nos consuele más a todos.
Es difícil que a estas alturas no sepan ya lo ocurrido con Microsoft y Unisys y su campaña conjunta We have the way out. Pretendían convencernos de que empleáramos Windows en lugar de Unix. Sin embargo, la página web desarrollada para promocionar la campaña no utilizaba el sistema operativo Windows, sino una versión de código fuente abierto de Unix denominada FreBSD junto con Apache, el popular software gratuito para servidores web. Lo que suponía reconocer implícitamente quién es el mejor en la contienda.
La causa de tamaño despropósito ha sido que el trabajo se subcontrató con una empresa de alojamiento de webs llamada Verio, cuyas máquinas de alojamiento corren en un 99% sobre Linux o FreeBSD, pero nadie debió fijarse en eso al contratar el servicio. Cuando la noticia se difundió el día 2, alguien debió exigir a Verio que usara un servidor Windows, en cuya dirección IP ya no hay nada, aunque podemos encontrar la huella del delito (una carpeta de estadísticas con contraseña) en la dirección inicial.
Y seguidamente alguien en Unisys debió darse cuenta de que muchas veces las cosas sólo salen bien si las hace uno mismo y decidió que el web se albergara en la red de Unisys, por supuesto bajo el servidor IIS de Microsoft. Claro que tardaron un buen rato y en la mañana del 3 de abril quien visitaba la página encontraba un patético no web site is configured at this address, que quiere decir que nada respondía al otro lado.
Ésta que hemos narrado es una buena forma de hacer el ridículo, pero también ha habido predicamentos interesantes de cómo caminar hacia el suicidio en Yahoo. El primer gran buscador de los pocos que sobreviven ha cambiado su política de privacidad a traición y con alevosía permitiendo que cuantos tengan una cuenta de correo de Yahoo se puedan encontrar con toneladas de correo no solicitado en sus buzones.

Siempre hay un límite entre la bondad y la idiotez y los usuarios de Yahoo pueden pensar que lo están cruzando. Tal vez, no tardando mucho, el único dominio Yahoo que encontremos en la Red sea el de algún finlandés con este apellido.

SUBIR